martes, 26 de octubre de 2010

Agradecimientos.


Agradecemos a: Silvia, Rosa María, Graciela, Camila, Antonio, Leonardo, Daniel, Heberth, Diana, Lourdes, Sandra, Bruno, Evelia y Karla... por estar con nosotros presenciando su ceremonia funebre en el taller "La sabiduria de la muerte" el pasado 23 de Octubre....fue y es para nosotros agradable haber trabajado con ustedes.
Dulces sueños.

martes, 19 de octubre de 2010

La genialidad y.....


Ni una inteligencia sublime, ni una gran imaginación, ni las dos cosas juntas forman el genio; el amor, eso es el alma del genio.


Wolfang Amadeus Mozart.

jueves, 14 de octubre de 2010

Fragmentos.




Llorar: Propensión particular del sujeto amoroso a llorar: modos de aparición y función de las lagrimas en ese sujeto.




En Werther de Von Goethe: La menor emoción amorosa, de felicidad o de pena, hace que a Werther le broten las lágrimas. Werther llora a menudo, muy amenudo y abundantemente. ¿En Werther , es el enamorado el que llora o el romántico?




Shubert: Llorando quiero impresionar a alguien, hacer presión sobre él ("Mira lo que haces de mí") Es tal vez el otro -y lo es por lo común- a quien se obliga así, a asumir abiertamente su conmiseración o su insensibilidad; pero puedo serlo también yo mismo: me pongo a llorar para probarme que mi dolor no es una ilusión: las lagrimas son signos, no expresiones. A través de mis lagrimas cuento una historia, produzco un mito del dolor y desde ese momento me acomodo en él: puedo vivir con él, porque al llorar, me doy un interlocutor enfático, que resume el más "verdadero de los mensajes, el de mi cuerpo, no el de mi lengua: "las palabras ¿qué son? Una lagrima dirá mas".




Roland Barthes. Fragmentos de un discurso amoroso.




A propósito de la perdida....


Vivamos el aqui y el ahora. el aquí y el como....


Entonces como escribe Wittgenstein: si aceptamos que la eternidad no significa duración temporal infinita sino atemporalidad, entonces la vida eterna pertenece a aquellos que viven en el presente. Nuestra vida no tiene fin, exactamente del mismo modo en que nuestro campo visual no tiene limites.




Ludwig Wittgenstein. Tractatus logico-philosophicus.




Así por medio de nuestro cuerpo nos conectamos con esa eternidad, con nada más...