jueves, 14 de octubre de 2010

Fragmentos.




Llorar: Propensión particular del sujeto amoroso a llorar: modos de aparición y función de las lagrimas en ese sujeto.




En Werther de Von Goethe: La menor emoción amorosa, de felicidad o de pena, hace que a Werther le broten las lágrimas. Werther llora a menudo, muy amenudo y abundantemente. ¿En Werther , es el enamorado el que llora o el romántico?




Shubert: Llorando quiero impresionar a alguien, hacer presión sobre él ("Mira lo que haces de mí") Es tal vez el otro -y lo es por lo común- a quien se obliga así, a asumir abiertamente su conmiseración o su insensibilidad; pero puedo serlo también yo mismo: me pongo a llorar para probarme que mi dolor no es una ilusión: las lagrimas son signos, no expresiones. A través de mis lagrimas cuento una historia, produzco un mito del dolor y desde ese momento me acomodo en él: puedo vivir con él, porque al llorar, me doy un interlocutor enfático, que resume el más "verdadero de los mensajes, el de mi cuerpo, no el de mi lengua: "las palabras ¿qué son? Una lagrima dirá mas".




Roland Barthes. Fragmentos de un discurso amoroso.




A propósito de la perdida....


Vivamos el aqui y el ahora. el aquí y el como....


Entonces como escribe Wittgenstein: si aceptamos que la eternidad no significa duración temporal infinita sino atemporalidad, entonces la vida eterna pertenece a aquellos que viven en el presente. Nuestra vida no tiene fin, exactamente del mismo modo en que nuestro campo visual no tiene limites.




Ludwig Wittgenstein. Tractatus logico-philosophicus.




Así por medio de nuestro cuerpo nos conectamos con esa eternidad, con nada más...