lunes, 14 de febrero de 2011

El poder en lo verbal.


La palabra sanadora siempre es breve y alcanza el alma en lugar del yo, ilumina las caras y actua durante mucho tiempo. Ahora bien, también es posible destruir ese efecto explicándola, encajándola y deshaciéndola en palabrerías. Apartir de ahí se reira nuevamente. Bert hellinger religión, psicoterapia, cura de almas