miércoles, 16 de febrero de 2011

La propia luz.




Siendo así Ananda, debeis ser vuestras propias antorchas, vuestros propios refugios. No os refugiéis en nada que este fuera de vosotros. Manteneos firmes en la verdad como lámpara y como refugio, y no busquéis abrigo fuera de vosotros mismos. Un monje se transforma en su propia lampàra y refugio observando continuamente su cuerpo, sus sentimientos, sus percepciones, sus actitudes y sus ideas de modo que conquiste las ansias y las depresiones del hombre común, manteniéndose, siempre energico, autocontrolado y de mente serena. Cualquiera de mis monjes que proceda así, ahora o después d emi muerte, si anhela aprender , alcanzara la cumbre. Shakyamuni Buda.