
Siendo así Ananda, debeis ser vuestras propias antorchas, vuestros propios refugios. No os refugiéis en nada que este fuera de vosotros. Manteneos firmes en la verdad como lámpara y como refugio, y no busquéis abrigo fuera de vosotros mismos. Un monje se transforma en su propia lampàra y refugio observando continuamente su cuerpo, sus sentimientos, sus percepciones, sus actitudes y sus ideas de modo que conquiste las ansias y las depresiones del hombre común, manteniéndose, siempre energico, autocontrolado y de mente serena. Cualquiera de mis monjes que proceda así, ahora o después d emi muerte, si anhela aprender , alcanzara la cumbre. Shakyamuni Buda.